martes, 22 de marzo de 2011

Textos que me gustan 1: Salustio, La Conjuración de Catilina

En esta nueva sección iremos incorporando textos históricos que nos gustan por su relevancia, por su actualidad, por su comicidad... en fin, por el motivo que sea.

"Pero cuando nuestra nación se hubo engrandecido mediante el trabajo asiduo y la práctica de la justicia, cuando los grandes reyes fueron subyugados en la guerra, y las tribus salvajes y los poderosos pueblos por la fuerza de las armas; cuando Cartago, el rival de la preponderancia de Roma, hubo perecido desde sus raíces hasta sus ramas, y todas las tierras y los mares se abrieron, entonces la Fortuna comenzó a ser cruel y a traer confusión en todos nuestros asuntos. Aquellos que habían soportado con facilidad penurias y peligros, ansiedades y adversidades, descubrieron que el ocio y la riqueza (deseables en otras circunstancias) resultaron ser una carga y una maldición. Así que, primero la avidez por el poder, y después por el dinero, se acrecentó entre ellos; esas fueron, diría yo, las raíces de todos los males. Pues la avaricia destruye el honor, la integridad y todas las otras nobles cualidades; fomentando en su lugar la insolencia, la crueldad, el descuido respecto a los dioses, el ponerle precio a cualquier cosa. La ambición condujo a muchos hombres a ser falsos; a encerrar en su seno un pensamiento y tener listo otro en la lengua; a valorar a los amigos y los enemigos, no por sus méritos, sino según el interés egoísta, y mostrar una buena apariencia, en vez de un buen corazón. En un principio, estos vicios crecieron con lentitud, pues, de vez en cuando eran castigados; por último, cuando la enfermedad se hubo esparcido como una plaga mortífera, cambió: el estado y un gobierno que no cedía a ningún otro en justicia y excelencia se volvió cruel e intolerable."

Aunque parezca mentira, este texto fue escrito por Salustio, historiador romano y partidario de César, que vivió en el siglo I a.C, y en él se lamenta del declive que ha sufrido Roma tras el triunfo sobre Cartago. Cómo tras una época de lucha, las vacas gordas contribuyeron a la corrupción del sistema. ¿Les suena de algo? Seguramente que todos ustedes serían capaces de reescribir el texto y, cambiando los nombres, redactar un artículo de rabiosa actualidad. No hay nada nuevo bajo el sol y precisamente para eso puede servirnos la historia: para conocernos, para reconocer lo que está ocurriendo y poder realizar, en nuestro caso como ciudadanos, un análisis correcto de la realidad, al margen de lo que muchas veces nos quieren contar.

Salustio, La conjuración de Catilina.

4 comentarios:

  1. Mi enhorabuena al autor/a (y no me estoy refiriendo a Salustio...)

    ResponderEliminar
  2. Resulta sorprendente cómo nuestros antiguos escribieron cosas que están tan cerca de nosotros.
    Hace poco volví a revisar la Sátira III de Juvenal (que trata, sobre todo, el tema de la vida en la ciudad) y tuve la misma sensación que he tenido ahora al leer este texto que nos expones: "¿realmente estamos hablando de algo escrito hace tantísimos siglos?". La Historia nunca dejará de sorprendernos.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Me parece terrible que el tópico de que la Historia se repite sea cierto . Eso indica que no aprendemos de los errores

    ResponderEliminar