La Historia de la vida cotidiana, aunque denostada por muchos que piensan que no se dedica a temas "importantes", es una de las tendencias historiográficas que mayor vitalidad tienen en nuestros días. A mi, personalmente, me interesa mucho y por eso dedicaré parte de este blog a darla a conocer. Saber cómo vivían nuestros antepasados es fundamental para tener una idea, lo más aproximada posible, de la realidad y no quedarnos en la historia que sólo se dedica a hablar de alta política, economía y vida de reyes, que siendo importantísima, no refleja la vida de la mayoría de la población.
Una historiadora que se dedica a estos temas y que recomiendo calurosamente es Raffaela Sarti, de cuya obra ya me serví aquí, y que hoy vuelvo a recuperar para hablar de los hábitos en la mesa.La aparición del uso de los cubiertos significó un cambio importante en la relación de los occidentales con la comida, ya que no es lo mismo comer un filete con cuchillo y tenedor que lanzarse a comerlo con las manos. El uso de cubiertos, significa, sobre todo, una señal de civilización, en cuanto control de los impulsos primarios, animales.
La cuchara era ya conocida en Egipto. En Roma había al menos dos tipos, que se usaban dependiendo de que se comiese con ella: la cochlear, que tenía forma de concha se utilizaba para comer moluscos, tomar medicinas o huevos y la ligula, plana en forma de hoja, para pinchar los trozos de comida, por lo que, en realidad, sería más un antecedente del tenedor.
Ya en la Edad Media se usaban cucharas además de metal, de madera y por supuesto, en las mesas más distinguidas, de oro y plata. Con el paso del tiempo su uso se fue generalizando entre la población y fueron surgiendo más modelos en más materiales.
El cuchillo, como instrumento para cortar, tiene una larguísima historia, pero no tanto si hablamos de un cuchillo pequeño pensado exclusivamente para usar en la mesa. Parece ser una aportación de los "bárbaros" que lo introdujeron en el Imperio Romano. Durante la belicosa Edad Media se limitó el uso del cuchillo doméstico en la mesa, ya que podía resultar intimidatorio, y fue a partir del Renacimiento, cuando empezó a verse poco fino pinchar la comida con la punta para llevársela a la boca, cuando se empezó a usar uno de punta redonda para cortar y de la función de pinchar se encargó el tenedor.
Los romanos usaban trinchantes y útiles tipo tenedor pero sobre todo en la cocina, no en la mesa. Los tenedores, como tales, tienen su origen en Bizancio, donde aparecen alrededor de los siglos X y XI. En la Europa occidental, se comía con las manos y se usó muy poco durante la Edad Media por una razón unida precisamente a su origen bizantino. Y es que durante ese periodo el Cisma entre la Iglesia de Roma y la Iglesia Ortodoxa provocó una fuerte tensión entre ambas, por lo que el clero romano veía en el tenedor una especie de símbolo del demonio. De nuevo fue el Renacimiento y su gusto por el refinamiento, el responsable de la adopción del tenedor en las mesas de Italia y posteriormente del resto de Europa Occidental aunque de manera lenta y con grandes diferencias regionales.
Al margen de lo anecdótico de estos datos, lo cierto es que conocer de qué manera se llevaba a cabo el acto de la comida es indispensable para conocer cómo era la sociedad, ya que en la mesa se expresaban las principales relaciones sociales.Formar parte de una familia y comer juntos estuvo indisolublemente unido durante mucho tiempo, de tal forma que, por ejemplo, en el mundo católico donde no existía el divorcio, estaba estipulado que los cónyuges pudieran separarse "de hecho" estableciendo una segregación "de mesa, cama y casa". O también, una de las maneras de demostrar la existencia de una relación entre un hombre y una mujer que no estaban casados era la evidencia de que "comían juntos".
La mesa era también el lugar donde se marcaba la jerarquía social, sexual y genracional. En varias zonas de Europa durante la Edad Moderna, por ejemplo en ciertas áreas del norte de Italia, los hombres comían sentados y las mujeres y los niños de pie. Lo que servía para marcar la jerarquía dentro de la familia.Otra investigación hecha en Alemania, nos muestra la coexistencia de diferentes maneras de "sentarse a la mesa". Una de ellas es la ya mencionada, pero también hay ejemplos en los que todos los miembros se sentaban en la mesa ordenados según su "rango". El cabeza de familia en la cabecera, los hombres a un lado y las mujeres a otro, de modo que los hijos varones y los criados más importantes estuvieran más cerca del padre de familia. En otra variante, la más reciente, los miembros de la familia se sentaban en una mesa y los criados en otra aparte que podía estar en otro cuarto.
En fin, numerosos ejemplos que demuestran que, en las sociedades del Antiguo Régimen donde la jerarquía social era fundamental para el mantenimiento del sistema, el acto cotidiano de la comida era un instrumento más de ejemplificar, de escenificar el lugar que cada uno ocupaba en la sociedad. ¿Y usted dónde se sienta en la mesa?
Conocía que el tenedor era un invento bizantino, lo que no sabía era la tardanza en imponerse por cuestiones religiosas.
ResponderEliminarDe anecdótico nada, la entrada está muy bien hilada con la mentalidad que hay detrás de los datos.